Como en los viejos tiempos


Igual, igual.
Sin preguntas, proque no hay necesidad de respuestas. Y en cualquier caso, las respuestas están con la verdad, ahí fuera.
Que las cosas han cambiado? Si, claro. Pero no han cambiado todas para mal!! O por lo menos, no han cambiado para tan mal como uno esperaba. (Bueno, yo esperaba una cosa fatal).
Este ha sido el estreno de mi nueva vida.
¿Qué?
¿Es que antes eras una no muerta y no nos lo habías dicho?
No, pero como explicaba en el post anterior, llevaba mucho tiempo intentando dormirme, y no sé si lo logré o no, pero perdí mucho tiempo con la cosa... y lo que es peor, por el camino, perdí muchas cosas que habráiq querido no perder.
Afortunadamente, no he perdido mi radicalidad.
Si, soy una radical, no me avergüenzo de decirlo; soy exagerada, radical y no tengo reparos. Pero también intento ser consecuente, así que radical no significa impulsiva, no os confundais. Se puede ir lento pero seguro a un precipicio, no hace falta lanzarse en un momento de confusión. Claro, es mucho más difícil ir despacito, pensando en las consecuencias de las propias acciones. O sin conocerlas, pero voluntariamente.
En cualquier caso, que me pierdo, para estrenar una nueva vida (o mejor, un nuevo enfoque), lo mejor es partir del último punto bueno. Como en los libros de Elige tu propia aventura (cómo me gustaban, siempre había un final al que no se llegaba casi de ninguna manera, y había que hacer trampas!)... hoy, sin querer, mi brújula psicológica me ha llevado de camino a ese punto.
Los dos últimos meses, sobre todo los últimos días, con la visita del Arquero, he estado volviendo atrás en el tiempo. Hoy, el proceso ha terminado de acelerarse (hoy, precisamente, mi casi último día sin planificar hasta agosto, la vida está llena de casualidades extrañas).
El día ha comenzado viendo Eureka, que, aunque no es tan buena, me recuerda tanto tanto tantísimo a Expediente X en sus mejores tiempos (por cierto, espero que el Arquitecto antes conocido como Goose tenga toda la serie bajada y me la pase para verla en orden!!!). Tras una conversación divertida esta mañana (bueno, varias, incluso simultáneamente), me he ido a hacer la compra y he comprado lo que habríamos comido en mi casa un fin de semana cualquiera, en verano, en un tiempo indeterminado, pero previo a varias crisis y hecatombes, helado Comtessa (que ya no se llama así, pero está casi igual de bueno) incluído. Después, tras un par de fracasos fílmicos, y casi por casualidad, he acabado viendo la nueva de Indiana Jones en el cine. ¿Qué? Pues id a vedla, porque para que una película de estas te guste, sólo tienes que tener la misma fe que cuando vista la primera. Y yo, personalmente, y después del día de hoy, la tengo. Sólo ver la silueta con el sombrero y oír los primeros tonos de la música, pone los pelos de punta. Nanananaaaa nananáaaaaaaa.... Habrá quien la vea llena de defectos y a quien le encante, pero a mi sinceramente, me ha transportado a la primera vez que vi Indiana Jones y el Arca Perdida.
Todo eso, son puntos de dónde partir; ya he dejado fuera de visión cosas que no me gustan: un montón, de hecho.
Si he roto anclajes, he roto enlaces y he roto ataduras, lo siento pero no era para volver a construirlos donde una vez estuvieron, sobre las mismas bases, construiré algo nuevo, a mi gusto.
Se acabó mirarse en el espejo de los demás. Se acabó estar siempre ahí para no oír nunca lo que uno espera. Se acabó cambiar cosas para no hacer cambiar a los demás.
Ya me desperté. Ya tengo una piedra de toque. Ya sé dónde me equivoqué.

Sólo para ilustrar algunas de las cosas que han pasado estos dos últimos meses, podeis ver las fotos aqui y seguir leyendo, porque hoy es tiempo de posts atrasados.

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