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Mostrando entradas de marzo, 2008

Crisis y disciplina

Dicen mis amigos octogenarios de la RAE : crisis (Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις). 2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales. 5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente. De lo cual se infiere que la crisis no siempre tiene el sentido negativo que se le atribuye, porque aunque la mayor parte de las personas los rehúyan, los cambios no son malos hasta que se prueba lo contrario. Además es una tontería preocuparse por ellos, porque igual suceden aunque nos neguemos a verlos. Así que lo mejor es tener paciencia, esperar a que pasen, observarlos mientras tienen lugar, formarse un juicio y actuar en consecuencia, para poder cumplir normalmente todo el proceso de la crisis, y seguir adelante por un camino que está lleno de altibajos y que ofrece nuevas crisis a la vuelta de la esquina. Hace mucho que no cuento cosas en este blog. Es una combinación de demasiado trabajo y por consigu

Esperando algo

Creo de verdad que las cosas tienen que cambiar, porque llevan ya mucho tiempo paradas, iguales y sin cambiar. Tiene que haber algún punto de inflexión, porque ya está durando demasiado este limbo extraño en el que ando metida, ya basta de notas sostenidas y vibrantes, que no terminan de vibrar, pero no rompen nunca los vidrios. No lo siento, porque la espera me ha embotado los sentidos, pero algo va a pasar.. algo tiene que pasar.. necesito que pase algo. Porque mientras hay algo que esperar, la espera tiene sentido, pero cuando no lo hay... me da miedo pensarlo. Siete horas conversando... acabar con la garganta seca y con un par de determinaciones en el alma, porque como siempre que hablo contigo, no sé si lo sabes, te digo cosas que no había pensado. No que no había pensado decirte, sino que no había pensado en general. Porque una vez que nos encontramos, surge el extraño deseo de la sinceridad. Al menos contigo, que parece que no te asustas cuando exagero. Al menos una vez, porque

Contradicción

No sé muy bien por qué, pero soy incapaz de comprender que alguien haga las cosas que yo no haría. La empatía nunca ha sido mi fuerte, qué le vamos a hacer. A veces, cuando me sale el espíritu de contradicción en forma del abogado del diablo, me parece que entiendo por qué la gente hace cosas, pero desde luego no lo comprendo . Es un defecto, lo sé, pero tampoco puede una ser todo virtudes, o sería muy aburrido. Y lo peor de este defecto en particular es que no me preocupa, ni me ha preocupado nunca. Así como otros sí ( no voy a hacer una jugosa lista de defectos, los que me conoceis ya los sabeis y los que no, mejor que no los sepais, a ver si vais a dejar de leer esto ) que me preocupan e intento controlarlos ( con resultados diversos ), éste no me preocupa, y ello radica en la misma base del defecto, que es que siempre tengo razón . Con lo cual, me molesta que la gente haga cosas que yo no haría, porque en mi lógica, están equivocadas . Obviamente, se trata de una incapacidad de sit

Por fin

Y mira que he buscado un título mejor, pero la verdad es que eso lo resume todo... Igual pensabas que no te iba a dedicar ningún post, pero éste es todo tuyo, porque te lo has ganado a pulso, chato. Muchas horas sin dormir, tuyas y ajenas, pero sobre todo, sin ver el techo con claridad. Decepciones, como suspender por una décima; alegrías, como aquella vez que no atinabas a seguir el renglón de tu nombre para comprobar la nota; y risas perennes como aquellos exámenes de física que nunca sabremos cuántos fueron exactamente. Y ampliación de física, por si quedaban las dudas. Horas en la cafetería, maquetas amontonadas encima del armario, recortes de cartón pluma por todas partes, explicaciones psicodélicas acerca de un nanas pegado en un palo, diez o doce millones de árboles dibujados a mano. Siempre te he dicho que te cuentan con las sillas en aquella escuela, que sin tí no empiezan el curso ( y no sé cómo van a empezar el próximo ), pero la verdad es que te recuerdo siempre a vueltas c

Siempre mañana

Este mes, aunque acaba de empezar (o tal vez fue el mes pasado, porque tengo una dislexia temporal extraña, como si siempre tuviera jet lag; serán las ganas perpetuas de viajar) he hecho dos descubrimientos que podrían, eventualmente, salvar a la humanidad. O no, dependen, como todos los descubrimientos, del uso que se les de ( y no voy a poner el manido ejemplo de la dinamita y el amigo Nobel ). El primero de los descubrimientos es una prueba en contrario. Después de años y años de creencia en contrario, he probado la hipótesis contraria a la que se maneja corrientemente... la historia, queridos y pacientes lectores, es como sigue ( y no sé si es del todo apta para padres, Filomenita me dirá, aunque llega un momento, en el que los padres siguen siendo padres, pero de una forma un poco más relativa, generalmente cuando dejan de tener razón el 100% de las veces para tenerla el 80% nada más ): Como ahora tengo coche, y ya tengo bastantes problemas con wáteres que aparecen súbitamente sin

Jornada de reflexión

Por más que lo intento, la realidad siempre me pilla desprevenida. Además, y lo que es peor, es la realidad de las cosas más absurdas. Y no será porque no intento fijarme en los pequeños detalles. O a lo mejor es precisamente por eso... siempre ha sido más capaz de recordar los pequeños detalles que las grandes historias. Lo bueno de recordar los detalles y no las historias, es que siempre puedes repetir argumentos pero fijándote en nuevos detalles. Lo malo, es que cuando la historia no te gustó la primera vez, caes sin darte cuenta otra vez. Y entonces, da igual los nuevos detalles que haya, porque nos los disfrutas. Me gustaría mucho poder decir que las cosas han cambiado, pero me tengo que contentar con decir que están cambiando. Me gustaría mucho poder mirar en una bola de cristal y ver qué batallas puedo ganar y qué batallas he perdido antes de empezar. Me gustaría salir de este impasse en el que me he metido sin saber cómo. Pero las cosas no pasan solas. Sólo pasan solas cuando u

Nocturno de El Salvador: Segundo Movimiento

Y después de la risa... el sentido de la vida. Hoy he recibido varios mails que no esperaba. Claro, cuando dejas de esperar las cosas es cuando pasan, aunque eso es una falacia, igual que cuando dices: las llaves estaban en el último bolsillo en el que miré. Obviamente. Si ya las encontraste, para qué ibas a seguir buscándolas? Si no hubiera recibido nunca esos mails, al no esperarlos, nunca hubiera pasado nada más. Es como cuando te acuerdas de alguien y te llama... y las otras diez millones de veces en que no te llama? Reconozcamos que esta está siendo una semana al quanto extraña. Yo que me había puesto al día con un montón de cosas, de repente estoy otra vez con el agua al cuello porque le lunes me llaman y me dicen: ¿porqué no te vienes a El Salvador, a estar en sesión continua dos días? OK. ¿Quién paga? Voyme. Así somos en esta organización. Así que aquí estoy, otra vez sin poder pasar tranquilamente el fin de semana en las playas del Pacífico del país, pero haciendome la promes

Nocturno de El Salvador: Primer Movimiento

Porque el primero siempre tiene que ser una sonrisa. Como hace tiempo me dijo La guapísima, de dulce recuerdo (por cierto, a ver si la llamo la próxima vez que pase por la piel de toro), si vas primero con una sonrisa, es más probable que consigas las cosas. Pues si. Sonriamos. Aventuras en el carro, capítulo I La verdad es que no conozco a nadie a quien le haya pasado. Conozco casos similares, o que tienen en común algún elemento escatológico, pero desde luego nada como el mío. L está convencida de que soy de las primeras personas del mundo que lo ha hecho. Me imagino el reporte que podría haber hecho si en el momento de los eventos, hubiera tenido seguro ( que no era el caso, porque como ya he dicho muchas veces, la vida es de todas formas una apuesta... o tal vez no lo he dicho, pero lo he pensado ); habría sido algo como: Señor agente, yo estaba dando marcha atrás, concentrada en el coche que había detrás, y de repente salió de la nada y me golpeó repetidas veces. Bueno, vale, tene

Detached

Mi estrategia está funcionando. El recuerdo selectivo es una buena forma de autoterapia conductista... tal vez funciona incluso demasiado bien, porque hay muchas líneas que empiezan a borrarse, y he perdido ya la cualidad de recordar el arsenal de anécdotas en cada ocasión. Hoy he estado hablando de senderos de vida. Es fácil echarle la culpa a los demás de nuestras elecciones, pero los pobres "demás" rara vez la tienen, bastante ocupados están con sus propias decisiones. Así que aquí estoy ahora, domingo por la noche, pensando que dejé pasar muchos instantes perfectos porque estaba mirando en la otra dirección, y ahora no sé muy bien ni siquiera qué miraba. Estúpida. Pero no puedo enfadarme conmigo misma, porque entonces tenía todo el sentido del mundo estar mirando hacia allá... creo. Después del difícil ejercicio de olvidar las costumbres, viene el doloroso ejercicio de desenmarañar lo que verdaderamente vale de lo que no. Si el valiente es el que aguanta el miedo cinco mi