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Mostrando entradas de diciembre, 2007

Adiós, querido 2007...

Pues no, no hice balance. Porque no me dio la gana. Mejor, me quedé viendo historias de miedo en la televisión... supongo que hasta que no tenga las uvas en la mano ( o en la boca ) no me daré cuenta de que cambia el año... De todas formas, después de escribir el post de ayer, me di cuenta de que gran parte del balance ya estaba hecho ( de ahí mi ociosidad nocturna ). Todo se resume en que en 2007 me ha cambiado la vida. He cambiado en la forma de ver muchas cosas y a muchas personas. He relativizado muchas cosas que nunca me había atrevido a relativizar. He vuelto a descubrir otras cosas que no quiero llegar a ser y comprendido otras cosas que soy, además de vislumbrar lo que sí quiero llegar a ser. He descubierto de qué cosas soy capaz y de qué cosas son capaces los demás. He desvelado la última gran mentira y ya tengo todas las razones que siempre he querido para ser cínica. He comprobado muchas de mis teorías y he modificado otras, he decidido que algún día de verdad las compilaré

Tiempo de paz, amor y alegría...

Y yo que pensaba que estas vacaciones me iban a servir para poner orden en mi vida ( bloggera y en otros aspectos ), y resulta que no, que era un anuncio ( al menos, no era uno de esos anuncios místicos de colonia ). Que las vacaciones, al menos en mi caso, no sirven más que para confundir a quien no se aclara las ideas porque en su vida normal está demasiado ocupado como para desliarlas... o a lo mejor el problema es que soy práctica mientras estoy ocupada porque lo mío es esa habilidad natural de priorizar y simplificar, pero cuando tengo un rato libre, se me olvida priorizar y me quedo enredada en medio de un montón de cables que son pensamientos. ¿Por qué, si no tengo nada de qué preocuparme? Porque cuando uno no tiene las preocupaciones obvias y naturales, descubre otras que estaban en segundo plano y saltan al campo tan contentas de que las dejen tomar el aire. Porque estas navidades no están siendo lo que yo esperaba, aunque ya debería estar acostumbrada a eso, porque la vida es

La azafata que cambió mi vida

Todo presagiaba que aquel vuelo sería diferente a a todos los demás, pero nunca imaginé que lo sería tanto. Y después de esta frase lapidaria, de esas que me gustan para abrir, me encuentro con que no puedo describir con palabras ( sobre todo porque este teclado inalámbrico está empeñado en impedirlo ) a aquella mujer que fue nuestra azafata en el vuelo Guate Panamá. A partir de ahora, cuando alguien se dedique a criticar a Iberia, cerraré los ojos y pensaré: Lowenstein... La cosa empezaba bien, porque más que un avión, aquello parecía un bus del colegio, estábamos media cooperación juntos en el mismo vuelo, con lo cual se prometían desfiles pasilleros que al final no tuvieron lugar debido a la diferencia de clases (eso me pasa por volar con billetes cutres)... pero para compensar, los abandonados al final del avión conocimos a la azafata de nuestros sueños, que nos trajo de beber incluso aunque no había qué. Si la hubiera conocido de niña, habría pensado que era un hada. Un poco sui g

Presentaciones varias

Ya casi casi... dentro de siete horas estaré subida en el avión rumbo a España... hm, qué felicidad. Tengo la maleta casi casi preparada, me llevan los pilotos de la oficina... y he logrado pagar a tiempo la penalización por el cambio de fecha... Me pregunto qué saldra mal, porque no existen los viajes normales. Claro, que bastante anormal va a ser la panda de expats españoles que nos vamos en comandita. Entre las tres y las cuatro hemos quedado todos en el aeropuerto, imagino que montaremos una fiesta con el vinito del Penedés que nos dan por cortesía de Iberia (o algo más selecto quienes vuelen en businés. Nota bene: a ver si me acuerdo de pasar la tarjeat Iberia plus, que tengo ya como diez mil puntos...). Pero en realidad no escribía para decir esto, sino para hablar de los correos en cadena... esta semana he visto dos ejemplos al límite. Los que me mandan del trabajo ya de por si me sacan de quicio y claro, no los abro. Pero sobre esa cuestión, podemos analizar la idiosincrasia de

El hombre que describen las revistas

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Es ése que hace que cuando una se lo encuentra, adopte una pose de incredulidad/defensa, porque debe ser mentira, igual que las películas de Meg Ryan. Porque una, que pese a todo, en algún momento de enajenación mental se ha comprado alguna de esas revistas estúpidas que le dicen cómo pensar además de qué rimmel ponerse, sabe que toda la información contenida en ellas es muy poco fiable. Entonces una se encuentra con alguien que cumple hasta las caraterísticas más peculiares que salen en los tests de "Es tu hombre ideal? Averígualo en cinco minutos!", y en lugar de asombrarse y maravillarse por tan estupendo hallazgo, se dedica a buscarle tres pies al gato. El hombre que la Cosmo describe como ideal es atento, es amable, la escucha a una ( y después se acuerda de las cosas que una le ha contado, incluso aunque no le interesaran mucho ), se cuida pero tampoco demasiado, le cae bien a las amigas sin coquetear con ellas, le dice a una siempre que está guapa ( también cuando es

Domingo por la noche...

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...y yo que vengo de otro fin de semana especial. La semana pasada fue una absoluta locura, altibajos incluidos. Me recuerda la descripción que hizo mi querido y nunca bien ponderado Oshidori de El señor de los anillos... guerra, guerra, guerra, elfos, guerra, carreras, batalla, elfos... pero en mi caso era más bien informe, datos, informe, italianos, informe, batalla, informe, italianos... y así, estrofa estribillo, estribillo estrofa, hasta el final. Pero terminó, como todas las cosas de este mundo, buenas y malas. Veremos que nos trae la próxima semana. Probablemente, mucho trabajo... pero que me quiten lo bailao. Viernes, fiesta extraña de ambiente expat en la que algunos detalles quedarán para el recuerdo, como los planes de viaje a NYC, por ejemplo, o los números de teléfono que se cruzaron: ¿qué demonios significa cuando a uno le dan el teléfono todos los gays de una fiesta? Sábado en Antigua, hablando de lo divino y lo humano, y haciendo de guía ( otra vocación frustrada al sac