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A veces

Me ponen nerviosa los cuadros torcidos. Me ponen nerviosa las personas que tiran su vida por la ventana a base de tomar malas decisiones. Me ponen nerviosa las manipulaciones en la tele. Y cuando digo nerviosa, en realidad quiero decir de muy mala leche. No puedo evitarlo. Pongo los cuadros en su sitio, le chillo a la gente que toma malas decisiones y contradigo a los de la tele como si pudieran oírme. Y el Simpa y los gatos me miran beatíficamente. Bueno, la gata a veces se estira y sale de la habitación con la cola altaneramente levantada. Pero sé que ella también me quiere.

Vidas paralelas

A veces creo que me he debido confundir de vocación. O de vida, o algo. Pero el caso es que mi vida me gusta ( nos ha fastidiado, dirán algunos! ), vamos me encanta. Y mi trabajo me fascina, y se me da bien. Es sólo que cuando me descuido, a veces, me asaltan dudas feroces que me preguntan: pero, chata, tú estás segura de eso? O sea, que igual se te podía haber dado igual de bien otra cosa... Algo así como la canción del pirata de Sabina. A pesar de que últimamente mucha gente ha comentado mi manera de tomar decisiones ( que, lo reconozco, no tiene nada de ortodoxa ), sé que no las tomo bien. Es una de las cosas que se me quedó de la carrera; con información imperfecta es muy difícil tomar las mejores decisiones. Conclusión, las tomo lo mejor que puedo dentro de mis parámetros, o sea, que las tomo deprisa. Porque no hay nada que me fastidie más que esperar. Luego el otro factor importante ha sido la suerte, claro. Porque al final las cosas salen bien... yo siempre procuro que las que d

With a Little Help From my Friends...

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.. que es la banda sonora de mi nueva casa, porque si no fuera por las contribuciones inestimables de la pandilla, aún sería un espacio pequeño pero vacío y pintado de un impersonal color crema... Ahí va eso: Y una nueva colección de fotos... aunque espero contribuciones!!!

La luz al final del túnel

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Me ha encantado esta imagen, y he tenido que compartirla en FB (robos de robos de robos...): Debido a los recortes presupuestarios, se ha apagado la luz al final del túnel . A lo mejor es que veo demasiado las noticias, pero tengo la sensación de que últimamente no queda viva ninguna corriente de esperanza; todo problemas financieros sin soluciones (sólo culebrones financieros tomando giros más y más cerrados hacia una dirección tenebrosa), guerras en marcha, guerras que se preparan, desastres naturales...

The dionaea house

Una interesante forma de escribir, para los que leéis en inglés... http://www.dionaea-house.com/ PS: Creo que los americanos producen terror porque el terror es para ellos lo que para los europeos la historia... siempre hay algo antiguo como el origen de todos los males...

Frases a medias

Antes creía que las frases que se quedan a medias se iban a alguna parte. Tal vez a algún misterioso mundo paralelo donde alguien las completaba y tenían consecuencias. Pero no, ahora estoy segura, las frases que se quedan a medias no se van a ninguna parte. Las preguntas que no se formulan, las hipótesis que no se completan, los interrogantes que no se contestan, se quedan ahí, en medio del aire, se convierten en una materia pesada y se caen al suelo, haciendo un ruido sordo que despierta a los hablantes, para que acto seguido, pasen a otra cosa. Y la vida sigue, por un determinado camino y no por otro. Sin mirar atrás, porque los ysis son demasiado numerosos para considerarlos. Sólo hay un número determinado de veces para hacer una pregunta, para dar una respuesta, para decir lo que nos pasa por la cabeza. Si no se hace, la oportunidad se queda mustia y reseca sin que se pueda revivir de ninguna manera, jalás . Sin embargo, esto no me parece suficiente justificación para decirse carp

Sin propósito

Se me ha pasado el año sin hacer propósitos ni de Año Nuevo ni de nada; se me ha pasado sin sentirlo, entre impresionantes sobrecargas de trabajo y emergencias aún más surrelistas que la dimensión paralela. Ayer era enero y hoy ya hemos comido huesos de santo ( unos más que otros, dicho sea de paso ). Quizá este año no estaba pensado para tener propósitos; desde el principio tengo la sensación de que es tiempo prestado de alguna manera; sin comerlo ni beberlo. Me va a fastidiar mucho si el año que viene se acaba el mundo. ¿Qué propósitos hubiera hecho, de haber podido hacer la reflexión previa necesaria? Tal vez los mismos de siempre... o tal vez no, porque esto de vivir en el limbo al final me ha atrapado el alma.

Qué decir o cómo decirlo

Hay que elegir entre decir cosas concretas o decir cosas de cierta manera. Escribiendo, es igual, sólo que más difícil, porque las palabras se quedan ahí, mirandole a uno, como burlándose del contenido con el que uno ha querido llenarlas, o del sonido que uno ha querido imprimirlas. Lo que en tu cabeza sonaba estupendamente de repente está ahí, en el papel (o en la pantalla), como la muestra palpable de la imperfección con la que tu mente ha transformado una idea o un sentimiento. Debe ser un síntoma normal, pero me fastidia, la verdad.

Tres tazas de caldo

Porque cuanto más odia uno las cosas, más le caen encima. Mi mayor fuente de stress en la impaciencia; me estresa tener que explicar las cosas mil veces, me estresa tener que esperar a que la gente haga cosas, me estresa tener que volver a hacer cosas que estarían bien hechas si lo hubiéramos hecho bien desde el principio ( y de esas tres, os podeis imaginar que mi fuerte no es el trabajo en grupo y que el staff que superviso aprende rápido o se pasa la vida asustado ), me estresa enormemente depender de los demás y esperar a que pasen cosas. Y claro, la vida, que es irónica como ella sola, cuando no quieres caldo, te da tres tazas de caldo espesito y calentito ( aunque como en mi caso, estés a más de 30 en otoño ). Parece que desde el mes de agosto se nos ha contagiado esta situación de limbo de la dimensión paralela: no hay papeles, no hay casa y no hay destino. Son tres noticias enormes, y no sé si es que están esperando detrás de la esquina o qué. Después llegaran las tres juntas,

Colección de palabras

Me pasa desde que tengo uso de razón, me encantan las palabras. Creo que no tengo un patrón particular ( seguro que algún psicoanalista diría lo contrario, pero no les daré el gusto de meterse en esta cabeza mía, que ya tengo muchas cosas dentro ). Igual me gustan nombres, que adjetivos, que adverbios, concretos o abstractos, con significado positivo, negativo o neutro y en varios idiomas ( de los que hablo, de los que chapurreo y de los que ni entiendo ). No he hecho nunca una colección, porque eso significaría apuntar las palabras en alguna parte y mantener la lista añadiendo palabras que voy encontrando por ahí ( porque esa es precisamente la belleza del arte de la colección de palabras, como de la colección de calendarios, a diferencia de los cromos, siempre hay palabras nuevas! ), y soy un poco perezosa. Se me ocurre según escribo que tal vez podría tenerla en una página de internet (e so igual evitaría la tala de un árbol de Brasil, que no es poco ), ya veremos si me animo. Estoy

Historias para no dormir

Esta historia la oyó Filomenita en la radio... Se trata de un programa sobre animales, donde llama la gente a preguntar cosas, a contar monerías de sus animales caseros, y a presumir de lo ricos que son. En cada emisión hay un veterinario que responde dudas y hace comentarios, y en general el ambiente del programa es distendido y afable; se hacen bromas, se ríe, etc... Hace poco, entre las numerosas llamadas, pasaron la de una señora que explicó que se había traído una serpiente de Brasil y la tenía en casa. La había comprado en uno de esos sitios que les quitan el veneno, y le habían dado un certificado y todo. A la descripción ( con muchos colores, como de esta medida, pero creciendo relativamente rápido ), el veterinario dio el nombre ( del cual Filomenita no se acuerda exactamente y las búsquedas en google han sido infructuosas ), una boa nosequé. La señora explicó que ella, todos los días, volvía a casa del trabajo sobre las tres y media o las cuatro, ya habiendo comido, y se echa

Ventanas al pasado...

Bueno, esta etapa de mi vida no la tenía demasiado planeada. Es uno de esos grandes hitos de la vida de cualquiera que yo no tenía registrado para que me pasara o pasase a mi, y por lo tanto nunca me había parado a imaginar cómo iba a ser. No es que las demás las haya planificado demasiado, pero eso es harina de otro costal. El caso es que después de haberme hecho con una solución habitacional ( con la sanísima intención de reunir mis siempre crecientes biblioteca y guardarropa y para que los Filomenitos puedan ver a los también siempre crecientes nietos con una frecuencia adecuada a sus aspiraciones abueriles ), pues ahora toca llenarla de cosas ( aunque la cosa está en suspenso mientras solucionamos los problemas de la banca; los míos, no los del país, que esos van para largo y se ven de color de hormiga ); y qué mejor manera de llenarla de cosas que sacarlas de casa de los Filomenitos ( que ahora ya no se podrán quejar de que el trastero está lleno de cajas con objetos no identifica

Un plan perfecto

El plan era perfecto, no podía fallar. Habíamos calculado todas las eventualidades y estimado las posibilidades de una u otra variante; habíamos previsto soluciones de contingencia y coordinado todos los elementos. No quedaba ni un cabo suelto, habíamos preparado todo hasta el último milímetro y la última gota. Como el Coyote y el Correcaminos, vaya. Tenemos un intruso en casa: una gata ninja que entró cuando era un minimo monísssmo y pensábamos que eventualmente un día podríamos convencerlos de dejarse tocar y convertirse en esa forma de vida casi divina de los gatos domésticos ( porque seamos sinceros, un animal doméstico que te adopta a tí, es algo casi divino! ). Pero no, creció igual de desconfiada que de micho, con el agravante de que aprendió a esconderse mejor y correr rápido como la madre que la trajo ( que cualquiera sabe por qué nos la dejó en el jardín ). Os aseguro que el término ninja no es gratuito, estoy segura de que más de una vez se ha quedado en equilibrio en

Cinco minutos después del Fin del Mundo

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Así es como están las calles de la Dimensión Paralela estos días. Y encima tiene uno la sensación de que, efectivamente, el Fin del Mundo (el de verdad, con todo el cortejo angélico que viene y anuncia el asunto, los muertos que se dicen ya está y salen de las tumbas y esas cosas ), ha tenido lugar en otra parte y nadie nos ha avisado en este lugar perdido. O que no han avisado pero han llamado al de Algerie Telecom, que se ha quedado la información para sí ( porque esas cosas pasan ). Y nos lo hemos perdido completamente, así que nos quedaremos flotando en la nada hasta quién sabe cuanto, porque a mi después del Fin del Mundo ya no me queda nada en las predicciones. Igual viene otra especie a liarla parda. Espero que no se coman a los que quedan de la anterior, aunque no tengo muchas esperanzas ( demasiadas pelis de ficción ). Las cuatro de la tarde. Un sol de justicia de verdad, al que nada se le oculta. Aparco el coche en el hotel, agarro mis chunches, como dirían mis amigos chapine

Cosas que hacer en la dimensión paralela...

... cuando se va la luz por tiempo indeterminado. Obviamente, no hoy, porque lo que desde luego no se puede hacer cuando no hay luz, es conectarse a internet, pero, no digamos que la dimensión paralela no estimula la imaginación. Utilizar hasta el final la carga del ordenador escuchando música mientras se lavan los platos (con el agua que gotea, porque no hay bomba y por tanto presión) Utilizar el calor ambiente para descongelar el congelador; las placas de hielo que Filomenita disuelve con la máquina de vapor, aquí se desprenden ellas solitas a los cinco minutos de desconectar la nevera. Organizar la nevera, insistiendo en el punto anterior, porque es el único lugar de la casa donde hace menos de 45º. Usar de la depiladora láser ( ante las bromas del Simpa, que la llama espada láser, aunque hace poco nos informamos mejor y la cosa en realidad no tiene casi nada que ver con el láser, pero es mucho más glamouroso hablar de láser ), pero no hasta el final de la carga, porque da calor. Da

De vuelta, con todo lo que implica

Cuando era joven ( iba a decir pequeña, pero no es exacto ), y me escribía pppfísicamente con S ( y dios sabe lo que lo echo de menos !), recuerdo que un concepto recurrente en nuestras cartas es que escribíamos más cuando estábamos tristes. No es estrictamente cierto, porque también es verdad que cuando pasaba algo divertido, o emocionante, o simplemente alegre, también luego corríamos a contarlo. Con el blog me pasa un poco lo mismo; hay eventos que me dan más ganas de escribir que otros, pero la inspiración como que viene más fácilmente cuando ando tristona o de mal humor. Que es lo que me pasa estos días. Le dije a mi jefe que se me había gastado toda la poca paciencia que tengo en Túnez, y no me creyó, así que no es culpa mía. Después de haber estado casi tres meses batallando cada día ( literalmente ) por montar un programa, moviendo la oficina, explicando todo a un personal nuevo pero con unas ganas enormes de trabajar, vuelvo a casa y me encuentro la misma oficina de siempre. E

Nuevo link... mi novio me controla

Pues en mi primer fin de semana en meses (si, se dice pronto, pero os aseguro que se hace muuuuuuuy largo), aquí estoy, poniendome al día como está mandado con las series, con internet y con los gatos (que tenían déficit de mimitos, los pobres)... y he descubierto este link colgado en FB. ¡Tremendo! Me gusta mucho, porque dice las mismas cosas que pienso yo de las princesas de disney y de las canciones, más unas cuentas más. S, particular atención a la saga lecture de la saga crepúsculo... y eso que solo habla de la primera película, si llega a hablar del último libro!!!! Aquí os dejo: Mi novio me controla... lo normal . Dedicado a las víctimas de la barbie, de Steven Seagal y de educaciones perniciosas varias.

La hora misteriosa

Tenía pensado empezar como la canción de Sabina, pero en realidad el mes de abril no me lo robó nadie... el mes de abril, que lo recuerdo más bien como si hiciera dos o tres años que pasó, no me lo robó nadie, sino que me lo pasé corriendo entre unas misiones y otras. Hasta que me llamaron para que me fuera ayer a una misión de emergencia, que, sinceramente nadie se esperaba y de la que, aún ahora, no creo que nadie tenga una visión completa. Así, es como han pasado sin que me enterase, los meses de mayo y junio y casi que julio. Os lo prometo, de verdad, ayer era abril. y no me cuadra lo que dice el calendario. Cuando me llamaron, como siempre, cogí un avión o más bien varios y llegué por los pelos a una dimensión todavía más paralela que mi dimensión paralela de siempre. Recuerdo tantas cosas de estos dos meses y medio, que no recuerdo nada. Y ahora que vuelvo y encuentro que la vida en esta dimensión paralela casi no ha cambiado (tanto o tan poco que con cinco minutos ya estoy puest

Puzzle

Me gustan los puzzles. Lo que más me gusta de ellos es que las piezas tienen cada una su sitio; cuando las miras de cerca, te dicen una cosa ( o muchas, depende ) y cuando la colocas en el contexto, te dicen otra. A veces una sola pieza parece que encaja en varios lugares, pero en realidad, de la buena de verdad, sólo encaja en uno ( mi sobrina seguramente discutiría esto, y tendría razón, porque en sus puzzles de princesas, las cosas no siempre son lo que parecen ). Me gustan porque todas las piezas acaban bien por colocarse en alguna parte, con la suficiente paciencia y ojo de buen cubero. A veces faltan piezas, pero eso no me preocupa tanto, porque aunque soy bastante controladora, no soy obsesiva ( todavía, seguro que todo se andará ). Me gusta entender las cosas, pero a su ritmo, me gusta ver las relaciones entre las cosas, entre las diferentes piezas, como una lína curva lleva a otra y cómo al lado de esta sombra me hace falta otra. Todas las cosas se relacionan unas con otras de

Escribir

No sé si será casualidad, pero últimamente, buscando en blog ajenos la inspiración que me elude para escribir en el mío, me he encontrado posts de blogs que se acaban o que se cierran o se mueren... es casi una premonición, al ritmo que actualizo, la verdad. La idea de cerrar este blog no se me ha pasado por la cabeza, porque la razón por la cual lo abri sigue vigente; no me gustan los mails generales y así puedo informar sin acosar. Es verdad que facebook ha acabado con la emoción a base de permitirnos dejar pildorillas en el estado, pero no es lo mismo. Además, la segunda razón por la cual lo abri es que escribir siempre me ha ayudado a aclarar las ideas, y aqui escribir tiene un objetivo. Es verdad que uno escribe diferente cuando tiene público, que cuenta cosas diferentes, que es, tal vez, menos sincero. Es posible que esa distinción entre lo que se escribe para el público y lo que se escribe para uno mismo para mí esté un poco borrosilla, porque desde siempre he escrito para otros

Circulando por la Dimensión Paralela

Hay cosas que no echaré de menos de la Dimensión Paralela, el día que me pelee definitivamente con Air Courcous para salir de aquí. Está por definir si es que hay algo que vaya a echar de menos. A lo mejor, nuestra casita, que al final hemos logrado que sea un sitio acogedor y agradable (y además mientras escribo estas líneas, el Simpa lava los cacharros, dándole ese toque de limpieza imprescindible en la cocina). Pero a lo que iba, lo que definitivamente no echaré de menos es conducir por la dimensión paralela. He conducido por sitios peores ( y lo que me queda, sospecho ), pero como todo en la Dimensión Paralela, la realidad aquí supera la ficción. Antes de entrar en ninguna descripción más elaborada, tal vez debería explicar que cualquier trayecto dentro del pueblo no puede superar los tres o cuatro kilómetros ( bueno, uno se puede a dar vueltas como loco a la rotonda del mercado, pero esas trampas no cuentan y además la cosa puede salir muy mal ) porque entonces se sale uno del pue