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Mostrando entradas de 2013

H

Y tocándole el trigémino al blog, me encuentro con varias entradas antiguas, que por alguna razón, están suspendidas en el limbo de los borradores. Para mí que en una de estas, se han despublicado... si es el caso, aquí están de nuevo. Si no, allá van, inéditas. Esta debe ser de semana santa 2007... o cualquiera sabe! Hace un año estaba en Budapest, en el primero de unos cuantos viajes iniciáticos que hice el año pasado... lo que han cambiado las cosas. Las perspectivas, la vida, todo... Hoy, enseñando fotos de mi querida Ciudad Eterna ( que lejana me resulta ahora la vieja Europa, y que ajenos algunos conceptos que trato de explicar ) me ha entrado un poco de morriña. Bueno, seamos sinceros, ha sido una conjunción; tortilla de patatas, una cena improvisada, preguntas acerca del Viejo Mundo... Después de que la visita se haya marchado, me quedo aquí, mirando unas maravillosas gerberas que me he comprado esta tarde y escuchando a Debussy (¿ se puede ser más cursi?) pensando que no

Pequeño ataque de nostalgia

Había pensado esperar el año completo. Total, falta poco. Y, con mi siempre-oculto-a-veces-aparente yp supersticioso, pensaba que a lo mejor si esperaba un poco más, llegarían más buenas noticias. Pero es una simpleza, porque cualquier no supersticioso sabe que las buenas y las malas noticias llegan siempre de tres en tres ( la cuestión es buscarlas ). Hoy había dos primeras noticias de tres: se ha estrellado un avión y se ha muerto Doris Lessing... La cosa es que al principio estaba ocupadísima, después no tenía ganas de escribir ( estamos inundados de información por internet, facebook, twitter, la madre que los trajo a todos ), después tenía ganas esporádicas y no tenía tiempo; después tenía ganas y nada que decir; últimamente, tenía ganas y cosas que contar, pero hoy, me ha podido la nostalgia. Hacía mucho que no me daba un ataque de nostalgia de los buenos - normalmente logro dominarlos viendo tropecientosmil capítulos seguidos de alguna serie ( Dexter, genial ) - pero el inte

Entrada dormida

Porque eres bueno, pero tienes ese toque de malvado; porque sabes sonreir sin usar la boca; porque eres realista, pero te dejas llevar por tu imaginación; porque cuando duermes, estás en paz; porque cantas mientras haces cosas; porque me miras a los ojos cuando bailamos y el mundo a nuestro alrededor desaparece; porque oír tu risa, en cualquier lugar, en cualquier circunstancia, me hace sentirme en casa; porque tienes miedo, pero aún más miedo de decirlo; porque por más palabras que tenga, nunca podré describirte con ellas.

450 kms

Lo admito. Me ponen muy nerviosa las tonterías que oigo en la tele. No se trata sólo de las faltas de gramática y sintaxis que se oyen continuamente ( que también ), o el insoportable tono de gps de los locutores, sino de los lugares comunes que se inventan los redactores y las estadísticas sin sentido con las que nos bombardean continuamente. También me ponen muy nerviosa las tonterías que leo en los periódicos. Estoy segura de que cada vez más noticias las escribe un ordenador, aunque ya más de uno me ha dicho que si digo eso, es porque soy muy optimista y todavía creo en las personas ( sí, tengo días, como todo hijo de vecino ). La siguiente alternativa más plausible es que se las lea un becario sin que nadie las revise. Ayer tuvo lugar la primera fase de la operación retorno de Semana Santa. Según las noticias de esta tarde, hubo hasta 450 km de atasco (yo lo he oído en antena 3, pero en google lo encuentro en muchos más medios). ¿Qué clase de información nos da esta cifra? Pue

Momentos eternos

Pensando en esos momentos eternos - quizá en esos que no han pasado todavía. Esos instantes en los que el giro de la tierra se detiene, y la luz y el ruido tienen un peso específico; en los que todas las posibilidades se abren como un abanico delante de ti, esos instantes en los que todo es posible pero nada ocurre, porque todo está a punto de ocurrir. Esos segundos preciosos, infinitos, magníficos. Fotografías que se trasladan directamente a la memoria. Material de sueños. Perfectos, porque quedan al viento, sin principio ni fin, sin razón ni fin, sin continuidad, como piezas sueltas... Como estar en un café, viendo como la luz se desliza por una calle. Como estar en la entrada de una estación, mientras la gente camina a tu alrededor. Como estar recostada en un sofá mientras el sol se desliza sobre ti. Como mirarte a los ojos esta mañana.

Un día de los inocentes del pasado

Y otra entrada recuperada del limbo borradoril del blog - y con bucle espacio temporal incluído... menudo lujo! Creo que la fecha original era el 2 de enero de 2013. Creo que cosas como estas pasan en todas las familias, pero en la mía son más frecuentes... o a lo mejor nos fijamos más... o a lo mejor es que de verdad somos personajes de una novela escrita (a veces muy mal!)  por alguien que no vemos. La verdad, no me preocupa. Pero me encanta coleccionar historias de estas, así que las voy a bautizar historias filomenitas. De esta historia hace un año. No sé por qué no la conté aquí - probablemente la whasapee o la feisbuqueé o algo - pero ahí va. Era el día de los inocentes, y nada parecía indicar el caos que acechaba tras la esquina. Una servidora estaba en casa de los Filomenitos, habíamos pasado la Nochebuena juntos y nos disponíamos a estrenar la solución habitacional madrileña en Nochevieja, con el resto de la familia, y para eso habíamos preparado todo - y con esto quier