Nocturno de El Salvador: Segundo Movimiento


Y después de la risa... el sentido de la vida. Hoy he recibido varios mails que no esperaba. Claro, cuando dejas de esperar las cosas es cuando pasan, aunque eso es una falacia, igual que cuando dices: las llaves estaban en el último bolsillo en el que miré. Obviamente. Si ya las encontraste, para qué ibas a seguir buscándolas?

Si no hubiera recibido nunca esos mails, al no esperarlos, nunca hubiera pasado nada más. Es como cuando te acuerdas de alguien y te llama... y las otras diez millones de veces en que no te llama?

Reconozcamos que esta está siendo una semana al quanto extraña. Yo que me había puesto al día con un montón de cosas, de repente estoy otra vez con el agua al cuello porque le lunes me llaman y me dicen: ¿porqué no te vienes a El Salvador, a estar en sesión continua dos días? OK. ¿Quién paga? Voyme. Así somos en esta organización.

Así que aquí estoy, otra vez sin poder pasar tranquilamente el fin de semana en las playas del Pacífico del país, pero haciendome la promesa que la tercera será la vencida. Aunque previsiblemente la tercera va a ser justo antes de la temporada de lluvias.


El caso es que no sé si a causa o a pesar de traumas recientemente sufridos, me noto muy distinta. Llevaba mucho tiempo rompiendo lazos (eso es lo que, de alguna retorcida manera quería decir en el post anterior, queridos y pacientes lectores); mejor dicho, llevaba mucho tiempo queriendo romper lazos, y ahora creo que se han roto de puro podridos que estaban. Hoy, después de leer el segundo de los correos inesperados, me he terminado de dar cuenta de una sensación que tenía desde hace tiempo. Al final, estás solo. Da igual la clase de vida que elijas, s tienes familia o no, la cantidad o calidad de los amigos. Todas tus acciones, hasta respirar (y especialmente respirar) son tuyas, irremediablemente tuyas.

Parecerá simple, o tonto, o que ya lo he dicho mil veces, pero esta tarde, esa convicción ha caído sobre mi con todo su peso. Pensadlo detenidamente; es grande, es una responsabilidad que pesa.
Nunca me había sentido tan sola, pero a la vez, no me preocupa. Con el tiempo, superaré la decepción, pero hasta entonces, habré cambiado sin marcha atrás posible.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amistad, friendship, amitié, freundschaft, amicizia...

Una semana más

Viajando