Danza de doma y preocupaciones

Dice la RAE lo siguiente:

preocupar
(Del lat. praeoccupāre)
1. tr. Ocupar antes o anticipadamente algo.
2. tr. Prevenir a alguien en la adquisición de algo.
3. tr. Dicho de algo que ha ocurrido o va a ocurrir: Producir intranquilidad, temor, angustia o inquietud. U. t. c. prnl.
4. tr. Dicho de una cosa: Interesar a alguien de modo que le sea difícil admitir o pensar en otras cosas.
5. prnl. Estar interesado o encaprichado en favor o en contra de una persona, de una opinión o de otra cosa.


Me quedo con la primera definición: es exactamente ocuparse antes de lo debido de cosas que podrían pasar.
O de cosas que van a pasar.
O de las consecuencias de las cosas que han pasado.

La gente normalmente se ocupa de cosas de las que no debería ocuparse, con que no digamos de las que se preocupa... Preocuparse de las cosas de personas que no conoces pero que salen en la tele, se llama morbo. Preocuparse por las cosas de los demás, cuando estas no deberían importarnos, se llama ser entrometido. Preocuparse por la gente que conoces, se llama cariño, o al menos está profundamente unido a ello.

Es, según mi humilde opinión, aún más consustancial al amor que los celos, porque éstos precisan de un componente de inseguridad en uno mismo que la preocupación no tiene. Para preocuparse por alguien a quien quieres, ni siquiera hace falta ser especialmente fatalista o tremebundo (aunque muchas madres tienen tendencia a ello), simplemente hay que estar en el mundo, porque las cosas pasan. Y desgraciadamente, muchas cosas no son una leyenda urbana.
No se puede tener todo bajo control, y desde que lo descubrí, me ha tenido muchas noches en blanco pensar que la vida es pura inseguridad y que nos pasamos demasiado tiempo engañándonos a nosotros mismos.
Y algunas veces, cuando acuso a mi madre de preocuparse demasiado, o cuando veo en las noticias que algo ha pasado en un sitio donde conozco a alguien, o cuando me entero de que ha pasado algo que le podría haber pasado a cualquiera, durante un instante repaso mi lista mental de personas a las que no debería pasarles nunca nada. Sin pensar que siempre hay alguien que no quería que le pasara nada al tipo al que le pasó.
En ese instante de egoísmo en el que las cosas siempre le pasan a los demás, la enfermedad, los accidentes, la mala suerte, etc... es cuando el cariño adquiere una cualidad especial.
Porque al fin y al cabo, querer a alguien es estar domesticado, como decía el zorro de Saint-Exùpery. Y entonces, esas personas que componen tu vida, son distintas a todas las demás personas del mundo.
Y eso significa que te preocupas por lo que podría sucederles.
Aunque sea irracional pensar en quien irá en el interior de una ambulancia que pasa por tu lado mientras caminas por la calle.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amistad, friendship, amitié, freundschaft, amicizia...

Una semana más

Viajando