Lost & Found


Leemos para saber que no estamos solos, reza el marcalibros que me regaló S antes de que me fuera a la Ciudad Eterna. A veces es verdad, leemos para saber algo de los demás.

Aunque a veces no, a veces leemos para saber algo de nosotros mismos (y no estoy pensando en los libros de autoayuda), o para saber que no somos los únicos que pensamos de determinada manera.
Pero, y esto tampoco son palabras mías, sino de Michael Ende, no se puede comprender la pasión por la lectura si no se han pasado horas y horas sentado leyendo un libro, sin darse cuenta de que se estaba uno quedando helado, o quien no haya leído en secreto debajo de la manta y a la luz de una linterna, porque una persona mayor, con buena intención, le haya dicho que era hora de dormir, o quien no haya llorado nunca al final de un libro, porque se acaba y tenemos que decir adiós a los personajes, y nada volverá a ser nunca igual.


A mi personalmente, como víctima de la pasión de la lectura, me gustaron siempre las historias. Aunque a estas alturas de la vida, ya he aprendido a leer de todo, incluso sin aburrirme (ah, aquellos libros de Derecho Administrativo, que con sólo abrirlos ya entraba modorra), y he desarrollado la nunca bien ponderada técnica de la lectura diagonal, lo que de verdad me hace aún abandonarlo todo (si, todo) y sumergirme en la lectura, es una buena historia.
Así me encuentro igual releyendo Matar un Ruiseñor, que leyendo los libros de Harry Potter como una posesa, y esperando a que salga el séptimo y último de la entrega, y por la misma razón, estoy enganchada como una becerra a la serie Lost, que reúne todos los elementos de misticismo, misterios, frases archielaboradas, amor y aventuras que siempre me gustó encontrar (aunque le falta el componente esencial de ponerle imaginación propia a los personajes, qué se le va a hacer; como a todas las películas, ojo).

Habrá quien me tache de comercial, pero no me importa ni lo más mínimo...
Después de muchas pruebas, y de años de elegir los libros por el título, sigo convencida de que los libros (los libros, no las novelas solamente) se dividen en dos clases: los que fueron escritos porque el autor necesitaba decir algo, y los que fueron escritos para ganar dinero.
No importa que los primeros además generen dinero, pero los segundos son casi siempre infames.

Por otro lado, creo que es mentira que en este mundo existe una vasta tonalidad de grises. No, las cosas son blancas o son negras ¡lo que cuesta es saber distinguirlas! Todas las tonalidades fueron inventadas por quienes querían tergiversar algo, seguro. En las historias de los libros, se puede observar este blanco y negro (de hecho, es negro sobre blanco, perdonad el juego de palabras), porque las vemos desde fuera, objetivamente. Casi como quien examina la vida de otra persona... y lo mismo que hay vidas fáciles y vidas difíciles, felices y tristes, hay libros fáciles, difíciles, felices y tristes.

Mientras escribo estas líneas, miro con cariño mi pequeña biblioteca. No me compraré una casa, probablemente, pero si me la comprara, haría en ella una biblioteca, para que estén bien colocaditos por idioma, color y por el orden de cuánto me gustaron. Pero, esto es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.

Hoy pasó:
- Por fin me dijeron que los papeles de la segunda fase estarán listos la semana que viene. My God! I can't believe it!
- Estoy seriamente pensando en doblar las entradas del blog al inglés, pero probablemente eso haría que fueran más cortas... no puedo enseñar español a todos mis amigos no hispanoparlantes!! Mientras medito, nos conformaremos con el Google translator...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A ver, cositas varias:

- Precisamente hoy, en el metro (línea 3), la guiri de enfrente estaba leyendo "To Kill a Mickingbird"... que yo no me he leído. Pasará a la colección de pendientes.

- Libro infame "Voy a ganar dinero vendiéndolo y además no hace falta que me lo curre: El diario de Bridget Jones... ¡qué cabreo me dio ese libro!

- Lost... que te voy a decir. A mí lo que me jodió es cuando me dijeron que tenían previstas 5 temporadas y material para 8... ¡¡quiero que esa gente tenga un poco de paz, por favor!!

- ¡¡Por fin con las cosas arregladas para la **segunda fase**!! ¡Muy bien! Yo sigo esperando los resultados para la fase cero (este viernes... ¿acaso¿).

- Jeje, qué te voy a contar de traducciones al inglés. Como no me gusta a mí eso de las traducciones automáticas, me da una pereza tremenda escribir entradas largas y "100% yo" en castellano. Pero, bueno... "lost in translation", ¿no?

Besitos y buena semana!
Lilith ha dicho que…
Hm, pues El diario de Bridget Jones no es de los libros que más me han desgradado... es de esa generación de autores british empeñados en convencernos de lo difícil que es vivir los treinta (personalmente, cuando llegue me preocuparé), y cuyos libros acaban inevitablemente, convertidos en comedias románticas, que esas sí que las odio (cuánto mal le ha hecho Meg Ryan a este mundo).
LOST, qué sin vivir, por favor. Encima los veo desordenados porque la tele me acostumbró mal... mi excusa es que los veo en varios idiomas, y así a lo mejor hasta aprendo algo.
Por cierto, curiosamente, en italiano, Matar un ruiseñor se convierte en un misterioso Oltre la siepe (Más allá del jardín... cómo habrán llamado al de Gala?). Me costó reconocer el título cuando lo citaban constantemente en Capote.

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