Son los fantasmas del Roxy... que no descansan en paz.

Como saben bien mis padres, me encantaba esa canción... (también me gustaba Cantinero de Cuba, cuba, cuba, cuba, solo bebe aguardiente para olvidar, pero eso es otra historia y será narrada en otra ocasión). Nunca me aprendí la letra, no por falta de ocasión, sino porque si no te aprendes la letra de una canción, es como si durase más, y cada vez fuese un poco distinta. Cuando la has oído un millón de veces, claro, te la acabas sabiendo, es inevitable... creo que hay que dejar de oír las canciones que a uno le gustan justo en ese límite. Y lo dice una que berrea en la ducha, siempre inventándose trozos de canciones y mezclándolas.
Por lo que me gustaba esa canción es porque me imaginaba el hall del cine (de un cine antiguo, de esos con decoración de terciopelo rojo y carteles de películas antiguas, con telón alrededor de la pantalla y butacas incómodas) lleno de fantasmas en blanco y negro. Me encanta ir al cine... me da igual ir a ver cualquier película (dentro de unos límites razonables, claro), con tal de que el humor sea el adecuado; en el cine las películas son distintas. No es que me guste especialmente coger un tanque de palomitas ni esas cosas, pero no sé... igual que los buenos libros están pensados para que el mundo desaparezca a su alrededor, las buenas películas están pensadas para que los espectadores desaparezcan dentro de ellas.
Por eso, porque lo que me gusta es el ambiente del cine, la pantalla, el sonido... creo que no sería un buen crítico; me seduce demasiado una buena combinación telón de terciopelo rojoy película con buena banda sonora.
Esta semana me estoy dando un atracón de cine (y lo que me queda), con el que creo que me quedaré en paz con todas las veces que he querido ir y no he ido desde que empezó el máster tapadera... o antes, incluso. Recuerdo que D me contó que se había aficionado a ir solo al cine durante un ciclo especial, de esos que los cines organizan cuando no hay nada más que hacer y en la dirección hay algún cinéfilo. Yo me estoy aficionando ahora, y creo que me gusta incluso más que antes, porque cuando sales (sin acritud hacia todos aquellos con los que alguna vez he visto una película, por favor) no te pones a comentar en alto la peli, cosa que le hace perder encanto, sino que te vas, sumido en tus pensamientos, hasta el siguiente paso de tu vida.
Y ¿por qué me iba yo a aficionar ahora? En mi calle, a dos minutos de carrera desenfrenada por entre el táfico romano (y a dos minutos de paseo tranquilo por entre el mismo tráfico), queda un cine de esos, lleno de fantasmas; hasta el nombre es perfecto, se llama Sala Edén (a ver, malpensados, ya sé que también podría ser el nombre de un bar de mala fama, pero se parece a Cinema Paradiso, hombre). Que se ha adherido a la fantástica promoción cortesía de nuestro querido alcalde, Cin Cin cinema, con la cual los pases pomeridianos (a saber, las 4 y las 6) cuestan tres eurazos, y los serali, cinco; en cualquier película en cartel en los cines que se adhieran. Así que de momento ayer vi una peli, y hoy dos.
The proof
No sé como la habrán llamado en España, espero que no sea La prueba, sino La demostración, aunque en español no se puede hacer el juego de palabras del título. Pésima banda sonora, lo cual es una oportunidad perdida, porque este tipo de película psicológica siempre da mucho juego en sonido... Algunas de las canciones no originales están muy bien escogidas, de todas formas. Lo que más me ha gustado de la película ha sido ver actuar a Gwyneth, que sale mona, pero no se dedica a lucirse, y dos frases del guión, absolutamente tangenciales con el tema de la trama; las mujeres en las matemáticas, y cuando el personaje de Anthony Hopkins dice que piensa mejor en los autobuses (creo que le citan, de hecho, no lo dice él). Adivinad dónde se me ocurren a mí las ideas para este blog y para las cartas... y en general.
En la línea de Una mente maravillosa, pero menos fantástica, y tengo que comprobar la historia, pero no está dramatizada para ser más bonita... o se nota menos, mejor dicho.


Capote

Probablemente me esperaba demasiado de esta película, después de los Oscar y de lo que dice todo el mundo. así que la culpa no es de ellos, sino de las expectativas... no me ha gustado especialmente. Algo falla en el ritmo; no se puede decir que sea lenta, porque pasan cosas todo el tiempo; pero... no sé. Lo que más me ha gustado ha sido la fotografía y la actuación de Hoffman, bueeeeeno. Ese cinismo tremendo... claro, que todos los personajes son bastante cínicos, y eso es una cosa a la cual no me puedo resistir tampoco.
El caso es que en algún momento cogí A sangre fría de la biblioteca y recuerdo que no me gustó el principio, así que lo dejé.. y abandoné totalmente a este hombre, porque tampoco he leído Desayuno con Diamantes, con lo que me gusta la historia... Voy a tener que intentarlo de nuevo.
Del guión, de nuevo me quedo con que Capote recuerda el 94% de las cosas; yo conozco uno así... bueno, puede que recuerde menos porcentaje... o puede que diga que recuerda menos porcentaje, aún no lo tengo claro. Pero lo mejor, es Harper Lee... y enterarme del título de Matar a un ruiseñor en Italia (eso si que es una mala traducción!), La oscuridad detrás de la valla. Vaya usted a saber por qué. Y lo mejor de lo mejor, el diálogo:
"- Es un libro para niños, no?
- Si.
- ¿O es sobre niños?"


All the invisible children
Película hecha a base de cortos, que siempre causan un poco de confusión. El que más me ha gustado, hmm, difícil... el que menos, el de los Scott, que no me ha dicho nada de especial. Todos los demás tenían algo más profundo que contar, pero el de los Scott o daba demasiado por sobreentendido, o no sé; tampoco me ha gustado demasiado el de Veneruso. Me han gustado el de Kusturica, ácido él (graaande música) y sobre todo el de Katia Lund, optimista abiertamente. Me he hinchado a llorar con el de Spike Lee y con el de Woo; de verdad, que no puedo con las relaciones paternofiliales que van a mal.
Hacía mucho que no lloraba tanto con una película... no hay nada más triste que una infancia triste. Y me hace replantearme de verdad muchas cosas, no sólo como los anuncios de navidades.


Para mañana todavía no tengo plan, lo pensaré sobre la marcha; hay un montón de cines adheridos al festival éste, por aqui...

Y en realidad, he venido con muchísimas más cosas en la cabeza; un auténtico montón de cosas, parece que mis neuronas rebotan enseguida unas contra otras cuando hace un poco de sol...
En los últimos días me persigue de forma recurrente el tema de la vivienda, y me acecha desde carios flancos; ya he escrito aqui sobre los sentimientos que me provoca todo esto; pero la otra tarde (en el autobús) asumí que es verdad lo que nos han dicho durante seis años de carrera; el mundo es incertidumbre... y todo lo que haces, se dirige a disminuirla, de alguna manera. A cada uno le interesa una parte de incertidumbre, o de inseguridad distinta... hay quien quiere una pareja, hay quien quiere una casa, hay quien quiere dinero... en realidad, nunca se basta uno a sí mismo para sentirse seguro. Cuando en realidad, lo único seguro en esta vida es, precisamente, eso; uno mismo. Bueno, y la muerte.
No me parece mal que la gente haga sus planes, y se dedique a ello en cuerpo y alma, es bonito; es como hacer un castillo de naipes, al fin y al cabo. A veces sale bien, a veces no; te tienes que levantar a cerrar la puerta todo el rato, para que el viento no lo eche abajo... pero es tan hermoso mientras dura... es tan confortante. En cambio, y aunque me gustaría poder hacer eso, cada vez tengo más claro que si hiciera un castillo de naipes, acabaría tirándolo yo misma por el suelo... en el Simcity siempre dejaba que los desastres destruyesen la ciudad, al final.
¿Y qué más da, si mañana podría acabarse todo de todas formas?
Creo que ha llegado la hora de vivir sin red.
Y de asumir que no la hay.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No te he colalizado y tampoco te has manifestado, seguro que no estas... me he dedicado a leer lo último del blog. Hija algunas veces me asustas con tu pensamientos tan profundos y un poco tristes. Tu no eres así.. sera que te estas haciendo mayor. Ah, sí eso es, te me estas haciendo mayor. besitos
Lilith ha dicho que…
No, no son pensamientos tristes... será que efectivamente me hago mayor y más seria... bueno, más realista, porque lo de seria... El caso es que esta mañana me he contenido (je, por primera vez) de mandar a alguien a la mierda, a pesar de que se lo merecía ampliamente... No sé si será bueno o malo, ya veremos. ¡¡Pero he podido!!
Anónimo ha dicho que…
He intentado hablar contigo y no estás ya no me puedo quedar mucho mas porque aunque yo hoy no puedo comer quiero prepararle algo a papa, voy a freirle unas patatitas para que las tome con un poquito de bacalao que ya sabes que le gusta así es que voy a prepararlo. Bueno no me has contado lo de mandar a la mierda a algien.... ya lo harás, quiero decir contármelo, no mandarle....

Entradas populares de este blog

Amistad, friendship, amitié, freundschaft, amicizia...

Una semana más

Viajando