Domingo por la mañana, casi Halloween

Me encanta este cambio de hora... te levantes a la hora que te levantes, siempre parece que es pronto! Ya sé que es en cambio de la hora que dormimos de menos en marzo, pero todos los años tengo al impresión de que esta hora nos la regalan. Vale, todavía no he encontrado ninguna cosa con la que aprovecharla a tope (por ejemplo, todos los años con la hora del cambio, hago una buena obra...), pero sigo pensando que tiene mucho potencial, y de todas formas me gusta levantarme y pensar que es una hora menos de lo que dice el reloj. Ojalá pudiera hacerlo todas las mañanas, cuando veo las siete y veinticinco y toca levantarse. Y eso que esta temporada me estoy acostando pronto por primera vez desde los catorce... hemos bajado la media de la una de la mañana a las once, o así. Pero es que aquí los romanos van con las horas cambiadas; la hora de comer es entre la 13:30 y las 15:30, y las de cenar sobre las 19:30, claro, a las 20:15 empiezan las pelis y a las diez, el horario nocturno de la tele... las once es ya la madrugada, yo creo.
El hecho es que esta mañana he abierto los ojitos a las nueve, que eran las ocho, después de estar un rato remoloneando en la cama, sin querer salir del sueño (que no sé que era, pero era agradable). La luz se filtraba por entre las estupendas cortinas violetas y la cama estaba blandita, qué gusto de domingo por la mañana! (Espero poder colgar este post hoy mismo, porque al paso que voy con el blog...).
Esta ha sido la semana típica, ya con toda la rutina normal. Bueno, más o menos. En el trabajo he tenido ya que salir a dos excursiones extraoficina, las dos el jueves. Por la mañana, a la presentación de un informe del ISAE, una cosa de economía estrictamente. Me hizo mucha ilusión, aunque sea una tontería, que me llamaron dotoressa al identificarme en la entrada. Jo, cada vez veo que el trabajo es más en serio! En fin; luego por la tarde estuve en la presentación del libro de Tremonti: Rischi Fatali: l’Europa invecchiata, la Cina e il mercatilismo scatenato (o no sé como). En realidad fui sólo para ver si me daban el librito de marras, porque no me lo pienso comprar para leérmelo, oyendo hablar a este hombre. La verdad es que...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Podrías explicar a éste pobre mortal el significado de la última frase?
Soy un poco mayor pero todavía no he perdido el oído para saber que eso, por lo menos, lo ha dicho Mop

Por cierto, hay cosas que se deben avisar. Es muy duro cuando estás a las ocho de la mañana en la oficina, con frío, sueño y mala leche, que alguien te cuente lo blandita que estaba su cama el domingo. Sobre todo cuando te acuerdas que ese alguien entra una hora más tarde y se va a las tres.

Besitos, Goose
Anónimo ha dicho que…
Hey! Yo entro a trabajar a las ocho!! De hecho, esta es la época de mi vida en la que más estoy madrugando desde que abrieron el metrosur para ir a la Uni...
La última frase es la señal inequívoca de que blogger me odia. En cuanto consiga solucionar el problema, publicaré la entrada entera, y el próximo capítulo...

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