La verdad del reggaeton y un montón de agujetas

Esta ha sido sin lugar de dudas una semana sin precedentes en los archivos lilithianos.
Piense casi en el aspecto que piense, encuentro cosas buenas... es curioso, hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, aunque no me daba cuenta de cómo las cosas habían cambiado, en general.
Ahora que he recuperado el buen humor, me doy cuenta. ¿Será la constante presencia del aguacate en la comida? ¿O el aire a esta altura? ¿O será que estoy logrando enamorarme de mi trabajo, como me propuse antes de venir?

Me he instalado definitivamente en mi casa, la prueba es el enorme ticket de la compra que tengo encima del escritorio... he colgado el calendario, y aún no he abierto los jabones de sabores (que dan ganas de comérselos, hmmm chocolate), hasta que no logre tener toda la ropa colocada en los armarios como se debe, ése será el broche final... pero falta poco.
He planeado como recolocar los muebles del salón y he tomado la firme decisión de comprar un par de hamacas para leer al sol en la terraza. Tengo encima del mostrador todo lo necesario para hacer una paella de bienvenida a mi casa, y la sangría está en la nevera, enfriándose pacientemente con trozos de fruta exótica dentro. Incluso tengo internet... aunque va y viene.

En el trabajo la semana ha sido curiosa, pero sospecho que todas las semanas van a ser así (actividad, actividad, soy adicta a la actividad). Gracias a una encerrona (o sea, que nos hemos encerrado todos dos días, literalmente) he logrado aprenderme muchos más nombres y tener muchas más conversaciones con la gente, además de enterarme de toda una cantidad de cosas que necesitaba saber. Dos días encerrados en un hotel con la comida pagada, no sé lo que ha costado, pero sentirse más integrado en la ofi no tiene precio. Y saber en qué consiste el trabajo de uno, y descubrir que está deseando ponerse manos a la obra, aún menos! Ay, cuando recuerdo el año pasado, qué diferencia... Ten cuidado con lo que deseas, porque puedes obtenerlo... ¿qué fue entonces aquella lejana visión acerca del cuerpo diplomático? Me sonrío a mi misma mientras escribo estas cosas. Tengo la agenda llena de cosas, y mañana me voy de viaje de nuevo.

Y un fin de semana con planes interesantes, por fin he logrado apuntarme a danza del vientre (a la tercera va la vencida), sin que me cobren un pastón indecente y sin que me expliquen que es un recorrido en el interior de la persona y que me tengo que encontrar a mí misma... Creo que me estoy encontrando sin ayuda exterior. Es como si Roma hubiera sido una preparación, como coger carrerilla... ahora me limitaré a aprender a bailar y hacer ejercicio, porque es mucho más divertido.
Y hablando de bailar, con mi vicio de escuchar las letras de las canciones que bailo, me he dado cuenta de que el reggaeton que llega a España es de la peor especie (bueno, ya lo sospechaba antes de venir), y que las letras tienen tanto potencial como las de una buena salsa... O es que alguien puede rechazar esta innegable verdad: "Si tú vieras lo mismo que yo, estarías aquí conmigo"? Eso mismo he tratado yo de decir taaaaantas veces, sin encontrar la fórmula perfecta.

Y por otro lado, de alguna manera he conseguido colarme en las fiestas y estoy conociendo tanta gente del Sistema (suena mal, como a secta... pero no lo es, creo), con el consiguiente desconcierto que eso me causa, con lo mala fisonomista que soy yo. Aún no he metido la pata con nadie, pero soy consciente de que tarde o temprano lo haré, me he resignado. Claro, que la vida social tiene sus malas consecuencias... después de siete horas bailando sin parar en una terraza en un piso quince (vistas a los volcanes y al lago Amatitlán), tengo unas agujetas que no son normales. Bueno, que si son normales, ¡pero que duelen!

P.S.
Alguien se ha preguntado mil veces por el estúpido título de aquella serie que se llamaba Agujetas de color de rosa? ¡¡¡Las agujetas en latinoamérica son los cordones de los zapatos!!!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Qué fuerte! Todos repitiendo durante años la canción de Agujetas de color de rosa, sin preguntarnos si las agujetas no serían algo que tuviera sentido y no los efectos de tres horas dando saltos....
Anónimo ha dicho que…
Anda, que os voy a dar a los de las agujetas... ¡¡eso se lo pregunta uno cuando oye la canción!! (Yo tardé un año en descubrirlo... no había Internet por aquellos entonces.)

Me alegro mucho de que estés de luna de miel contigo misma, tu trabajo y tu nuevo país... ¡¡te cambiaba mi puesto pero ya!! (No es cierto: estoy de puta madre conociendo a los especímenes que me rodean... pero tengo los exámenes la semana que viene, he visto los de años pasados y soy consciente de que me van a dar por culo pero bien!) [Esto no tiene un "profanity filter", no?]
Anónimo ha dicho que…
Y yo que pensaba que eran las cuchillas de los patines... (porque salían unos patinando sobre hielo al menos durante la canción, ya no recuerdo de qué trataba y eso que me la tragué un poco). Seguro que los patines tenían cordones rosas y ni lo vi. Está bien saberlo.

Qué maravilla oirte tan feliz y plena! me encanta, estoy deseando recibir una de tus "revitalizantes" cartas... Lo de las hamacas me parece una idea buenísima. Y eso, compra dos, para cuando haya visitas... convierte tu casa en un hogar y sácala fotos... Y luego cuando vayamos para allá nos haces unos bailecitos para encandilarnos. Debes de estar guapísima!

S.
Lilith ha dicho que…
Gallofa:
si de verdad cantabas la canción durante todos estos años, deberías hacértelo mirar, chatín

Alex:
La tensión aumenta en tu vida, no finjas, antes no eras tan... explícito en tus comentarios... Mucha suerte en los exámenes!!!
Me gusta lo de la luna de miel, me apunto la expresión

S:
Marchando carta calentita para la nena! En Guate no hay buzones, pero ya sé dónde está correos... Si vienes a verme, te pongo una hamaca en la terraza!! Y te llevo a ver un volcán de cerca!!

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