Carta a un personaje ridículo


Me ha llegado una noticia lamentable desde España.

Querido Arsi:

Me gustaría decírtelo a la cara, pero probablemente, no sería capaz de guardar la sangre fría. Así que lo escribo. No lo leerás, porque sé que ya no me lees. No me importa, porque a lo mejor algún alma caritativa te manda esta entrada por mail, y vuelve a brillar nuestro ingenio vengador.

Hace falta ser ridículo para hacer lo que tú hiciste.
Hace falta ser vulgar, pequeño, payaso e inseguro.
Hace falta querer darse importancia y tener una imagen absurda de sí mismo.
Hace falta ser cobarde y estúpido.

En algunas ocasiones pensé que estabas haciendo exactamente lo que estabas haciendo, de verdad que lo pensé. Pero rápidamente pensé que era absurdo... ahora veo que no conviene subestimar a quien parece un pobre payaso, porque tal vez está haciendo el idiota más de la cuenta.

Probablemente ahora te sentirás mucho mejor y muchísimo más importante. ¿Tienes ya un despacho tú solo? ¿Para qué? ¿Para mirar tu reflejo en la pantalla del ordenador? ¿Y qué ves? ¿Te sonríes con satisfacción? ¿Te hace reverencias alguien en el pasillo? ¿Sabes a ciencia cierta lo que piensan de tí aquellos a quienes se supone que mandas? ¿No?
Cuánto me arrepiento de no haberte dicho lo que pensaba entonces... tal vez ahora tendrías una pista...

Igual algún día, haces algo por el mundo.
Aunque la verdad, no lo creo.
Y ya no eres un niño a quien se le puede dar una segunda oportunidad.

Lo peor es que en el fondo, me das pena.
Porque si lo hubieras hecho, no sé, por ser Ministro, por ser alguien importante, tal vez podría llegar a entenderlo. Si lo hubieras hecho para alimentar una familia hambrienta, lo entendería.
Pero lo has hecho, tal vez, por ganar un poco más de dinero, y por trabajar menos en un trabajo de los que jamás te llevan a una recompensa... lo has hecho por motivos ridículos.
Como ridículo eres.
¿Qué se podía esperar?

Sé que no estabas solo.
Pero también sé que eras tú quien más mentía.
Podían haber sido bonitos recuerdos y no lo son. O tal vez sí, aunque desde luego no gracias a tí.
Me queda la conciencia de que yo, en tu lugar, no haré nunca lo que tú has hecho. Porque yo aprendí cosas en la universidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amistad, friendship, amitié, freundschaft, amicizia...

Viajando

Sin comentarios