Abrazos y adioses


Bueno, pues parece que los días que no llegaban nunca, están llegando y pasando a lo que parece ser su ritmo habitual. Que todo llega es una cosa que aprendí hace mucho tiempo, pero siempre me sorprende cómo se cumple. Esta es la noche en la que llega la frialdad de las decisiones tomadas, de las maletas cerradas y de la resignación de las cosas pendientes que no tengo más remedio que dejar hasta el año que viene.
Es verdad que las horas nocturnas parecen largas, aunque no todas... en concreto las de anoche, con la fiesta de despedida se me hicieron cortas cortísimas.
Digamos que fue un día intenso, del que lo mejor que he sacado, ha sido poder volver a centrarme y ver las cosas concretas y con un orden lógico (aunque no sé si he sido yo o es que ha llegado esa fase). Levantarse, hacer una lista de invitados y de comida, irse a hacer la compra y dejar las cosas preparadas, irse a haceer dos exámenes surrealistas, tirarme toda la tarde en la charlie y comprobar tres veces el aula en cuestión, celebrar una fiesta y recibir más abrazos que en los dos últimos años.
Igual que la vez anterior, pero como más en serio, una despedida fantástica, con sorpresas y muchas risas, aunque también con alguna ausencia no planeada...
Aún me quedan algunas cosas que averiguar de la fiesta (como qué pasa en Alberto Aguilera, dónde se ve a la Virgen en el gotelet del techo...) y muchas promesas que cumplir, como no eterme en líos y cuidarme, además de dar señales de vida (exijo reciprocidad!).
Un año parece mucho tiempo, pero es menos del que parece.
Y Guatemala está muy lejos, pero el mundo es cada vez más pequeño. Sólo son once horas de viaje...

Ahora sí que empieza la aventura...
Hay muchas cosas que me dejo en el tintero, muchas más de las que quería (cosas que no he dicho y cosas que he dicho y no he aclarado). Siempre se queda algo por hacer y por decir.
Así que tendré que volver dentro de un año a solucionarlas... espero no quedarme demasiado fuera mientras tanto, pero no se puede estar al plato y a las tajás, es un hecho cierto.
Se han acabado los malos presentimientos, todas las señales apuntan a la vie en rose...




Hey, atiende,
por qué has salido a la calle tú tan fresco.
Y dime por qué
te has tirado tres horas en el espejo
pa ponerte guapo pa ligar,
para ir a la calle y no piensas
que eso ya da igual.
Que ya no vas a impresionar,
que lo bueno y lo que importa
está en los besos.
Y eso es lo que quiero, besos.
Que todas las mañanas me despierten de esos,
que sea por la tarde y siga habiendo besos.
Y luego por la noche hoy me den
más besos pa cenar.
Y dime por qué
tú hoy te echas mil cremas por el cuerpo,
si no se te ven.
Y se te han olvidado los sentimientos.
Tienes que empezar por resolver.
Lo que tienes dentro
y no piensas casi en los demás,
qué más dará si mal o bien.
Mucho metrosexual
y faltan besos.
eso es lo que quiero, besos.
Que todas las mañanas me despierten de esos,
que sea por la tarde y siga habiendo besos.
Y luego por la noche hoy me den más
besos pa cenar
Y párate a ver,
que los que ya te quieren no miran eso.
Sólo quieren ver ese guiño de ojos
sin complejos.
El canto del loco, Besos.

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