Pensamientos circulares de martes por la noche

A veces las cosas no salen como uno las planea. Bueno, mejor dicho, las cosas no salen casi nunca como uno las planea. Bueno, mejor dicho, las cosas salen como les da la gana, y transcurren de manera paralela a como uno las planea. Podría seguir autocorrigiéndome hasta el inifinito, y no mejoraría la certeza de lo que digo, porque lo que intento decir es que sabes como empiezas, pero no como vas a acabar el día. Es un hecho. 
Podrías acabar siendo multimillonario. 
O podrías estar muerto antes de la cena. 
Pero también podrías haber pasado un día anodino más, siendo esta la más aburrida de las tres opciones. 

Dicho lo cual, paso a contradecirme (después pasaré a preocuparme, vereis que hoy tengo toda mi entrada preparadita y estructurada mentalmente), porque hay cosas que las ves venir. Hay cosas que sabes que van a salir mal por mucho que te esfuerces. Da rabia, porque siempre queda el ¿y si? Pero en el fondo, fondo, estás acumulando evidencia contra tí mismo. Y cuando sale mal definitivamente, te dices: te lo dije. Y te odias por ello. 
Suena un poco a doble personalidad, pero no lo negueis, estoy segura de que todos lo hacemos. 

Y ahora es cuando me preocupo, porque personalmente tengo una particular habilidad para meterme en situaciones que sé que no van a funcionar, pero aún así, lo intento. Y como me miento tan bien, acabo creyéndomelo. Lo cual hace, según el texto de los párrafos anteriores, que las cosas no sólo no salgan bien, sino que adeás me parece que se han ido por donde no era... conclusión: negar la realidad no sirve para nada, porque siempre nos alcanza y nos pega un buen bocado en el culo (si he dicho culo, porque trasero no me parece una palabra seria).

Es un poco como darse cabezazos contra la pared. Y como no aprender de los errores; como cuando por la mañana, después de una fiesta monumental, hay una voz moribunda en la  cabeza que te dice: no vuelvas a probar nunca más el alcohol, en tu vida. Y te imaginas hermosas mañanas de sábado y domingo sin dolor de cabeza y sin querer estrangular a cuanto ser vivo sobre la faz de la tierra hace ruido... Pero al sábado siguiente, esa sensación es un mero recuerdo y caes en el mismo error. Cabezazo tras cabezazo. 

Cada uno tiene su error particular. Hay quien sistemáticamente confía en quien no debe, o quien tiene la boca tan grande que siempre hace daño sin querer. Hay quien se deja siempre llevar por las apariencias, o piensa que lo sabe todo. Yo personalmente, doy tantas cosas por sentadas, que acabo invariablemente pidiéndole peras al olmo. Y siempre espero que sea un peral. Es posible que algún día lo sea... y aquí es donde empiezan los pensamientos circulares. 



Comentarios

Unknown ha dicho que…
¿Que pasa? ¿Las cosas no estan saliendo como debieran....?
Lilith ha dicho que…
Las cosas están saliendo mejor de lo que creía!!!! Es que Roma saca la parte decadente de mi persona...

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