Golf foxtrot 3 to Golf Foxtrot 4

Hace un montón que no escribo, ya lo habeis notado, claro.
Será un tópico, pero de verdad no tengo tiempo, o cuando tengo tiempo, no tengo internet, o cuando tengo tiempo e internet no tengo inspiración... No sé si hoy se darán las tres cosas, veremos como evoluciona la cosa.
Dado que tengo tantas ideas acumuladas (porque para eso tengo yo mi cuadernito rojo, para apuntar ideas, la lista de la compra y echar cuentas en los viajes), digamos que este va a ser un post ecléctico, aviso a navegantes.

¿A qué responde el título?
A que esta ha sido la semana con más adrenalina desde que puedo recordar (o sea, mucho). Todo empezó con un simulacro el jueves pasado, que salió estupendamente... buen rollo, buen trabajo, la gente haciendo el ganso, pero hablando por la radio de manera profesional... Nadie dice que si hay una emergencia de verdad las cosas vayan a salir así de bien, pero al menos lo habremos intentado. Un día entero poniendo "esto es un simulacro-this is a simulation" en todas las comunicaciones, calculando raciones para familias no damnificadas, y sobre todo, un montón que aprender. Será mi capacidad de entusiasmo la que me hace disfrutar de estas cosas... Ver como un oficial que habla español finje que no sabe ni papa y nos mira con los ojos redondos hasta que nos dirijimos a él en la lengua de Shakespeare (más o menos), no tiene precio.
Así que la frase del día fue GF 3 to GF 4. Here GF4, go ahead. Am I needed there?We have a situation.

¿Más adrenalina?


El domingo por fin, después de dar vueltas por Antigua y subir al Cerro de la Cruz (otra foto del Santuario al saco), me subí a un volcán.
Lejos de ser una experiencia mística, o de siniestra belleza, como me han sugerido, fue una cosa emocionante, y hasta cierto punto, terrorífica. Probablemente las fotos sí sean de esa siniestra belleza (aún no las he visto todas), pero la cruda realidad de que las rocas volcánicas cortan como cristales es una cosa que jamás me explicaron en ciencias naturales (ah, esa frustración mía con geología. ¡He pensado que posiblemente habría acabado viniendo a Guatemala de todas formas!)... El ascenso estuvo realmente bien (a pesar del cansancio) hasta el pie del cráter, y a partir de ahi fue osadía pura. O mejor dicho, inconsciencia, porque hasta que no empezamos a bajar, no tuve miedo.

La palabra que más describe la sensación que tenía mientras subíamos, casi sin hablar, comprobando cada paso antes de apoyar el peso en esas rocas ligeras, negras y huecas sobre el río de lava que corre por debajo, era soledad. El silencio abrumador, el aire peculiar, a tanta altura y con un ligero tufillo de azufre... el calor que sale en vaharadas desde debajo de tus pies mientras te concentras para no tener que apoyar las manos. Y por fin, después de un interminable ascenso, llegar tan cerca de los ríos de lava que sientes la fuerza imparable de la naturaleza. La tierra debía ser así hace mucho tiempo... qué bichos tan molestos debemos resultarle.

Luego, cuando las zapatillas empieza a oler a quemado, la bajada, con la luz menguando y sin linternas. No te escurras, no por los cortes, que se cauterizarán seguramente, sino porque el suelo está caliente. Y no equivoques la vía, porque un volcán no es el mejor lugar para quedarse a dormir... a lo lejos, truenos de tormenta, y en el estómago la misma sensación que en la montaña rusa: ¿pero quién me manda subirme aqui? mierda, no me puedo distraer, estas piedras resbalan... los brazos abiertos todo el tiempo para mantener el equilibrio, sabiendo que mirar hacia atrás seguramente supone la imagen más espectacular de tu vida (tan cerca!), pero quizá equivalga un trompazo de magnitud impensable... mientras peleas contra tu cuerpo, que baja sin coordinación ninguna, tu subsconsciente registra las formas de las rocas enfriadas rápidamente, parecen plastelina.

Desde abajo, la vida vuelve a tener sus dimensiones habituales, ya no eres tan pequeñito... Joder, ha habido un momento en que de verdad pensé que no lo iba a contar. Pero ahora aprecio más mi vida... se puede saber que hacen esos dos holandeses haciéndose un bocadillo?? No están conmovidos con la magna vista (los ríos de lava brillan en la oscuridad)? Estos nórdicos son una gente demasiado práctica...

Hale, vamos a bajar por el bosque de nuevo sin linternas, habrá algún caballero en esta excursión que me ilumine el camino? Ya que hemos llegado hasta aquí, no me importaría llegar a mi casa entera... Si, hay quien se ofrece, mejor bajar charlando de lo mucho que el volcán me ha recordado al Monte del Destino. Mucho antes de que pervirtieran su imagen...

Lo único que me decepcionó (tal vez de mí misma), es que el peligro me hizo volverme tan práctica que cuando llegué arriba no tenía ganas de pensar en Si de R. Kipling, como había reflexionado la noche anterior... quizá la próxima vez, o en el próximo volcán.











Y ahora recopilación de bullet points antiguos:

Desde aquellas 48 horas fatídicas en las que gmail me privó de mi vida cibernética, he estado descargando todos mis mensajes al portátil. Aún no los he leído todos, son más de cincuentamil. Y sólo hace, como bien me recordaba S antes de venir, menos de dos años que soy Lilith. Precisión, Lilith he sido siempre, lo que pasa es que ahora me parezco más a mí misma... En cualquier caso, es raro leer todos esos mensajes de hace dos años... cuánto ha cambiado mi vida. Y qué deprisa. Y qué poco me gustaba entonces y cuánto me gusta ahora. Aunque eche de menos cosas... nada es comparable a esa sensación de tener las riendas en la mano...

Una reflexión mucho más antigua es la del instinto depredador... pero creo que esa sí se merece un post propio, porque debería poner ejemplos prácticos. Aunque para quien me conoce mejor que yo misma, que hay un par de personas increíbles por ahi que están en esa situación, igual no resulta una cosa nueva. La novedad es que desde que llegué a Guatemala, estoy haciendo un estudio sociológico sobre el particular...

Y ahora, antes de que venga alguien con algún problema a quitarme la inspiración, voy a publicar el post, susceptible de ser modificado y ampliado con fotos y comentarios... recuerdo que jamás conté las vacaciones de Semana Santa en Livingstone (en un extraño limbo antes de llegar a Belice), en las que una de las cosas que mejor recordaré para la posteridad es que vi luciérnagas de verdad por primera vez en mi vida, y en las que eché de menos a esa panda de gente que continúa mis fantasías delirantes cuando me lanzo a ellas.

Nota bene:
Acabo de añadir mentalmente una característica más al hombre de mi vida.
Pero creo que eso es culpa de mi familia, que es experta en mantener fantasías delirantes a la hora de la comida...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
"Lilith he sido siempre, lo que pasa es que ahora me parezco más a mí misma"

¿Te das cuenta de que es una de las frases que más placer me puede dar leer?

Bufffff...una chulada la cruz de Antigua.
Lilith ha dicho que…
Bueno, se inserta dentro de mi teoría general para la vida, dentro del apartado: "La gente no cambia, sólo se vuelve más sí misma".
Anónimo ha dicho que…
Joder, con las fotitos: qué soles, lunas y aguas... qué cara de colocada (el azufre? el acongoje?) junto al vocán! (Y qué zarza ardiente... ¡toma ya! A Lilith le siguen las referencias bíblicas! ;-) )

[Nota mental: A sabér qué característica será ésa para tener que ver con tus padres y la comida. :-)]
Lilith ha dicho que…
Hm, era miedo en estado puro... así, miedo pfísico.
Las referencias bíblicas tienen que ver intrínsecamente con Lilith... jejeje. Todo culpa de Adán.
En cuanto a la característica del hombre de mi vida, tengo que hacer un post con la lista, por si algún candidato se apunta!!!

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