Se vende anillo de hombre

Desde que estamos en Lilongwe - todavía no hemos encontrado un mote adecuado para esta ciudad - el Simpa y yo estamos abonados a un grupo de google que se llama Lilongwe chat, y que básicamente pretende ofrecer un espacio para asuntos comerciales, compras y ventas de cosas usadas, recomendaciones de empleo, en fin, un poco de todo.
El problema es que le gente es muy pero que muy cutre...

Hemos establecido varias categorías dentro de la cutredad; la más frecuente es la cutredad avariciosa (y su variante extremadamente avariciosa). Es el tipo de persona que llegó a Lilongwe hace tres o cuatro años, se compró los electrodomésticos nuevos (o el coche!) y ahora, después de haberlos usado, pretende venderlos al mismo precio que los compró (o más caros!). Y claro, encima no os podeis imaginar en qué estado venden las cosas. Hemos visto neveras de todos los colores - y creo que todas eran blancas en origen.

El segundo tipo es la cutredad cicatera, así como Mr. Bean. Del tipo de: vendo un sofá, pero los cojines los vendo aparte. O vendo una nevera pero las bandejitas del hielo - si, esas que nadie usa porque se rompen enseguida - son por separado. O - esta es la mejor - vendo la mitad de los saquitos de te de una caja de veinte; ¡nunca han sido usados! Todavía tengo pesadillas con una cafetera que vimos... creo que hablaba latín.

Otro tipo muy frecuente es la cutredad empecinada, que se suele presentar con la avariciosa. Yo, expatriado cutre, pongo un anuncio con un montón de precios exorbitantes, y digo que quien quiera puede venir este sábado a verlos a mi casa. Nadie viene, o los que vienen no compran, y a la semana siguiente, pongo un anuncio (y lo llamo "update") y pongo la misma lista de cosas con los mismos precios. Y así durante un mes o dos. En mi empecinamiento, por supuesto, no se me ocurre pensar que a lo mejor estoy pidiendo demasiado - o vendiendo cosas que no se comería no una cabra. Esta variedad también se presenta con el rasgo apocalíptico: "última semana", que se prolonga hasta el infinito - como si en Lilongwe, además de tener menos de doce horas de sol al día, además tuviéramos semanas de treinta días.

Finalmente están los cutres naives, que ponen mensajes adorables en plan: tengo un perro que he criado tres años, es supersimpático, superlimpio, superlisto, superbonito y supertodo, pero no lo quiero suficiente para llevármelo, así que busco a quien endosárselo. Además se lleva muy bien con mi chófer, que también busca quien lo adopte. O - uno de mis favoritos - quiero cambiar dólares por kwacha - los cositos locales, como diría la madre de una compañera - ¿a cuánto está el mercado negro?

También hay mucho anuncio con visos de spam; a juzgar por la cantidad de ordenadores, ipads, telefónos con el IQ disparado y demás artillería electrónica, se creería uno en el sudeste asiático. Me pregunto si uno sólo de todos esos superteléfonos funcionará.

Y dependiendo de la semana, hay montones de mensajes de compra venta de productos agrícolas que tienen toda la pinta de ser mensajes en clave para el mundillo homosexual - altamente perseguido en Malawi - porque, ¿cuántos mensajes de "compro soja" y "vendo soja" se pueden cruzar en un grupo así sin que el vendedor y el comprador se pongan nunca de acuerdo???

Pero el mejor de los que he visto hasta ahora dice así:

"Anillo de hombre, en titanio, no se oxida y no se empaña. Para hombre con las manos grandes. 11,000 kwacha (como 30 euros)"

Espero que no sea de boda...

Comentarios

вєαтяιzнα ha dicho que…
Esa forma tan tuya de escribir que siempre me encanta,por lo que leo pasas poco por acá y es una verdadera pena privarnos de tan agradables historias.


Saludos,besos y abrazos :))

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