Limpieza estacional
Y no sólo. Porque el único fin de semana completamente libre de los últimos tres meses nos lo hemos pasado el Simpa y yo limpiando y arreglando toda esa serie de chapucillas en casa que te hacen la vida complicada cuando dejas que se acumulen (uno se cansa de ver un cuadro apoyado el suelo porque se cayó, y de tirar de la cadena con una cierta inclinación porque si no, no funciona... etc.). A pesar de la paliza, nuestra calidad de vida ha aumentado considerablemente. Ahora ya sólo nos queda discutir seriamente con los gatos para que dejen de hacer ruido por la noche, y no dejen entrar al gato gris que se les come la comida. En el fondo, son unos mininos todavía. Además de la limpieza, también ha tocado el cambio de ropa, porque incluso aquí, en la Dimensión Paralela, ha llegado el cambio de estación (nada que ver con las temperaturas que leo por lugares al norte, eso sí). Así que hemos sacado las cosas de manga larga, el nórdico para dormir y esas cosas que dan a la vida un toque de no