La casa por el tejado
Mi casa, como no podía ser de otra manera, no es una casa normal. Es una de esas que llegan unos señores, la apuñalan, la vacían y la rehacen entera por dentro, con complementos y adiciones y con garajes y trasteros. Dadas mis circunstancias personales, claramente no me paso a ver las evoluciones de la obra (o lo que se distingue dentro del pijama de malla en que la tienen metida) tan a menudo como me impulsaría a hacer mi neura controladora, pero tengo espías y causahabientes que se pasan a observar.
El otro día sí que me pude pasar y noté, con alegría, que no sólo sigue colgada una bandera que debieron colgar durante/después del mundial, sino que además le han puesto ya su cubierta nueva con su tejitas y sus buhardillitas por las que se pasearán los gatos futuros. El resto de la casa sigue empijamada y casi no se distingue nada (aunque como en todas las obras, se oyen martillazos y máquina herramienta que trabaja), así que puedo extraer la conclusión de que mi casa la están empezando por el tejado... suena prometedor.
El otro día sí que me pude pasar y noté, con alegría, que no sólo sigue colgada una bandera que debieron colgar durante/después del mundial, sino que además le han puesto ya su cubierta nueva con su tejitas y sus buhardillitas por las que se pasearán los gatos futuros. El resto de la casa sigue empijamada y casi no se distingue nada (aunque como en todas las obras, se oyen martillazos y máquina herramienta que trabaja), así que puedo extraer la conclusión de que mi casa la están empezando por el tejado... suena prometedor.
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