Strangers in the night
Las frases hechas son frías.
Son frías las mires como las mires, quien las usa busca poner distancia de una manera o de otra; busca poner distancia porque no le gusta lo que ve, porque no sabe qué decir, por mil razones, pero es una carrera psicológica en dirección contraria a la de quien la recibe.
Todo irá bien (esta me la digo mucho a mi misma).
Te quiero como amigo (tengo un amigo especialista en ésta).
No eres tú, soy yo (y otro, especialista en ésta).
Porque lo digo yo (la muy manida explicación que implica: se acabó la discusión).
Pero estas frasecillas, también tienen su lado bueno, no las denigremos tan rápido. También sirven para no escuchar lo que uno, en el fondo, no quiere oír, con la ventaja de que son muy fáciles de malinterpretar (y eso da paso a horas y horas de desencaminados/desencadenados pensamientos).
Tenemos que hablar (sin comentarios).
Estas frases son como el hilo musical de los ascensores, sin compromiso... igual entras en el ascensor a las siete de la mañana y están tocando la banda sonora de la guerra de las galaxias, que love story, sin ningún tipo de consideración hacia los sentimientos de los usuarios.
Ayer cuando entré en el ascensor por la mañana, estaban tocando Strangers in the night tararariara, nananananáaa hmmmmm... cuántas veces habré oído esa música mientras llegaba tarde al trabajo o no llegaba nunca a mi casa después de una fiesta, y cuántas horas de ella me ha ahorrado el Lilithmóvil... Sin embargo, lo he intentado, y no puedo odiar esa canción... me conformaré con odiar sólo su versión instrumental...
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Jajajajaja