Noticias de agosto
La única temporada del año en la que leo a gusto los periódicos (y como decía en una conversación msn la otra tarde, no me gusta ni la mitad que el año pasado), es el verano, en particular, en agosto. Claro está que atrocidades y gilipolleces congénitas nunca faltan; muertos por doquier, por causas estúpidas, incidentes que a las víctimas ni les van ni les vienen, asesinatos en masa y singulares, violaciones del derecho internacional (que para qué se inventó, sino para saltárselo continuamente, igual que los propósitos de Año Nuevo), y demás alegrías para el corazón, que le hacen a uno sentirse estupendamente con el género humano.
Pero al lado de los habituales titulares, y probablemente debido a que la mayor parte de los políticos está de vacaciones (y así se podían quedar, porque para lo que hacen...), aparecen titulares curiosos que probablemente en otra época del año no habrían sido tan importantes. Así se entera uno de cosas, como por ejemplo:
- Esta tarde están a punto de denegarle la categoría de planeta a Plutón. ¿Qué será de la canción de Enrique y Ana con la que me aprendí los planetas??
- Las vacas mugen de forma distinta según el lugar donde se encuentran, uséase, que tienen acento... Ya lo decía yo, que es imposible que un perro español haga bau bau como hace un perro griego.
- Una que me recuerda a la del Pianista (que, recordemos, fue la gota que colmó el vaso de mi credulidad en los cuentos de hadas y los misterios ultraterrenos), que es una niña austríaca encontrada después de ocho años. Sospechan que puede haber estado secuestrada. Digo yo que no habrá estado de marcha, la criatura.
Dios mío, estas cosas sólo pasan en agosto... Y yo me digo, por qué no hacer que pasen todo el año? Más me gustaría a mi trabajar en un periódico de esos de "mujer embarazada por un extraterrestre da a luz niño con dos cabezas que habla indostaní"... al fin y al cabo, es como los reyes magos, no? Y total, los periódicos serios también nos mienten...
Y la noticia triste del día es que ha muerto Joe Rosenthal, el fotógrafo célebre de los soldados plantando la bandera. Ahí la teneis; una de las que me habría gustado hacer.
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