Feliz Navidad...
Bueno, pues después de una pequeña pausa (que por lo menos aquí ha sido un fin de semana largo, no como en otros sitios...), volvemos a una semana de trabajo bastante anodina, aunque la verdad es que yo al final estoy liadilla. Si no fuera por los políticos y los banqueros italianos, mi vida sería ahora mucho más aburrida, seamos sinceros. Por otro lado, han venido conmigo mis papis (que no mis papuchis, visto lo visto) a pasar conmigo la Nochebuena a la italiana (pero como siempre, con turrón y asado!!) y todavía nos quedan un montón de andanzas por la ciudad eterna y las dos terceras partes de las fiestas más ajetredadas de la historia familiar. Veremos como sobrevivimos a montar en avión tantas veces en tan poco tiempo... La noticia entrañable de la nochebuena, la Misa del Gallo, que mira que pasamos frío (al menos mi padre y yo, porque Mamá cada vez parece más inmune a las temperaturas, a las frías y a las calientes, cualquier día saca las patatas de la sartén con la mano [ ¿Pasará...