Instantes
Como el fin de semana al final no tuve fuerzas para irme a escalar volcanes, para paliar mi vicio de fotografías, me he puesto a repasar las antiguas, con ánimo de hacer un par de cosas con ese incómodo photoshop... pero, como siempre que abro un álbum o una carpeta de fotos, me encandilo mirándolas y al final no hago nada con ellas más que ordenarlas y reírme o ponerme triste, según toque. Mi vicio por la fotografía empezó la primera vez que estuve en Italia, pero entonces no tenía yo una cámara digital, porque el mundo no era tan moderno como es ahora, que si sacas una cámara reflex, te miran raro. Después, antes de irme a Hamburgo, me compré mi primera cámara digital, que me ha acompañado fiel y taimada, siempre quedándose sin pilas en los momentos más inoportunos, pero logrando hacer siempre fotos lamentables en bares. Bueno, en realidad la fotografía me gustaba de mucho antes, pero tal vez fue entonces, cuando me fui de casa la primera vez, que empecé a echar cosas de menos de ver...
Comentarios
Un fuerte y sincero abrazo.
Destinatario.