Cincuenta mil
Desde aquellas fatídicas 48 horas, he estado descargando como he podido (con redes ajenas, en fines de semana) mi correo de gmail al ordenador (a ver si aprovecho y supero mi trauma con el outlook), y la cifra de correos desde que abrí gmail allá por enero del 2005, es de casi cincuenta mil... Dios mío, y la de cosas que tengo allí metidas,todo fases de mi vida que se han quedado atrás, hasta llegar al momento actual. Algunas, me parecen vividas por una extraña, otras, casi no las recordaba, y con otras me he vuelto a reír hasta que se me han saltado las lágrimas. Casi todas son agradables de leer. La única cosa que me da miedo es que toda esta información es tanto más frágil que las cartas que tengo guardadas en cajas en la parte de arriba de mi armario. Cómo cambia la vida, aún recuerdo aquella vez que mi hermano le escribió a los Reyes Magos por el ordenador (el QL!!) para añadir un perro de peluche a mi carta (todo gracias a Juegos de Guerra). Quien nos iba a decir entonces que un